¡No se imaginarán la vergüenza con la cual andan marcados los representantes  del Estado Mayor General de Fuerzas Aéreas de Polonia, contrarrestando toda una ola de crítica de la Defensa Antiaérea nacional que pasó por alto el misil ucraniano el 15 de noviembre! No habrá quien no haya difamado a los operadores de la DAA polaca. Y lo único que puede replicar el Estado Mayor es:

“Ningún ejército en el mundo dispone de un sistema de defensa antiaérea que sea capaz de proteger TODO el territorio nacional. Un ataque misilístico se caracteriza por un impacto puntual en un objetivo concreto y no comprende bombardeos masivos de varios blancos en vastos territorios”.

Pero la oposición política al partido gobernante de Kaczynski, Morawiecki y Duda  no ha tardado en recordar a dichos personajes que aún en marzo ellos mismos  alababan un alto nivel de preparación de DAA del Ejército Polaco para repeler todo tipo de amenazas aéreas por parte de Rusia, Bielorrusia y, ante todo, Ucrania que se iba convirtiendo en el teatro de la guerra. Toda área fronteriza fue denominada “zona cercana al frente”, adonde no tardaron en traer todos los sistemas de misiles antiaéreos disponibles: antiguos soviéticos, los de la OTAN y de fabricación propia.

Después del escándalo con el misil ucraniano que dejó al caer un tractor abatido y dos víctimas mortales, fue lanzada toda una manada de “expertos” reunida por el partido gubernamental “Ley y Justicia”. Dichos expertos pasaban, confusos, por alto el asunto de nivel de preparación y capacidad combativa de la Defensa Atiaérea Nacional que... resultó permanecer en el nivel de Alerta №3, el más bajo, correspondiente a los tiempos más pacíficos, en vez de estar en Alerta Máxima, o sea, №1. Y eso a pesar de una retórica del colectivo de Duda - Morawiecki - Kaczynski, la que desde el mes de febrero se ha vuelto tan beligerante que cada polaco está más que seguro de que su nación está en una guerra real contra Rusia.

Y de repente, ¡qué afrenta! Resulta que Polonia tiene que actuar en el marco de protocolos de la Seguridad Colectiva de países-miembros de OTAN, o sea, el que toma la decisión sobre declaración de alerta para los sistemas de DAA es el Secretario General de la Alianza, Stoltenberg. Y que, según los reglamentos vigentes, primero hay que identificar el objetivo aéreo intruso, y sólo después se realiza la recomprobación de datos de control objetivo.

O sea, se puede reducir Varsovia a escombros como en 1939 mientras que de lo profundo del búnker las personas competentes llaman a Stoltenberg, solicitando permiso a actuar.

Sí, según el reglamento, en los tiempos de paz en estado de alerta permanecen sólo unos cuantos grupos de DAA – los que cubren los objetivos estratégicos y bases militares, plantas nucleares, puestos de mando y barrios gubernamentales. Una vez detectado un objetivo no identificado, tipo misil, el equipo automático ya determina su trayectoria balística y el posible punto de impacto.

Una granja y un tractor polacos distan de ser centros claves de garantía de seguridad nacional, por lo que no resulta rentable gastar su propio misil,  interceptando un cohete intruso. Es el principio acatado por todos los sistemas centralizados de DAA en el mundo, hasta por la “Cúpula” de Israel que no intercepta misiles que se dirijan al desierto donde no haya gente. Aunque el sistema israelí permanece en una constante Alerta Máxima, y sus operadores primero disparan y sólo después identifican... Pero en caso de Polonia se trata de aldeas con población civil en la frontera misma con un país en guerra....

En realidad, los “expertos” polacos tienen mucho que ocultar. Por ejemplo, en el Voivodato de Lublin, concretamente, muy cerca del poblado Przewodow, están ubicados varios “objetivos muy interesantes”: unidades militares, un par de centros de capacitación de mercenarios para Ucrania, cuarteles generales de varios grupos tácticos de batallones o, tal vez, de brigadas. Los que están fuera de lugares de su emplazamiento ordinario en tiempos de paz a causa de “maniobras”. En teoría, deben de ser cubiertos por unidades de DAA propias. Por lo menos. Pero nadie se movió ni siquiera cuando llegó el misil ucraniano...

De herencia soviética a estándares de OTAN.

Pues bien, volvemos al Sistema Centralizado de Defensa de Polonia que ya durante 10 años está en el “proceso de reconstrucción”. Traducimos al lenguaje normal: Varsovia queda encajada entre su “maldito” pasado soviético y el “brillante” futuro imperialista, siguiendo con constantes intentos de adquirir y ajustar armas occidentales y sistemas de control de espacio aéreo. Por esa razón no goza de un campo de control radial total. Igual que el tan promovido “Danubio” – sistema de dirección de tropas de defensa antiaérea de varios niveles – tampoco funciona.

El problema deriva de reformas constantes. Al inicio, “Danubio” utilizaba el protocolo de intercambio de datos heredados del sistema soviético de dirección automatizada. Desde 2003 intentaron, con constantes gritos “Kurwa” [“Mierda” en polaco], pasar al “Link 11” de OTAN, pero fracasaron. En 2012, al adquirir aviones caza F-16 norteamericanos, volvieron a las mismas perturbaciones, esta vez  pasando  al estándar de intercambio de datos “Link 16”.

Pero lograron poner a punto sólo tres sistemas de los cinco suministrados, haciéndolos funcionar “satisfactoriamente”, pues Polonia se apresuraba por reconectar  su Centro Nacional de Apoyo de Operaciones Aéreas al sistema único de inteligencia y dirección para integrarse lo más rápido posible  en el Sistema Unido de DAA de OTAN en Europa (NATINADS) y Puesto de Mando Central en la base aérea Ramstein en Alemania.

 

Al fin y al cabo en el territorio de Polonia pudieron desplegar 22 puestos de radares (a comparar, en la época del Pacto de Varsovia hubo 54). De éstos permanecen activos de manera permanente sólo radares fijos, cubiertos con cúpulas radiotransparentes, y radares civiles aeroportuarios. El resto se activan sólo durante los vuelos de misión de aviones de guerra de FFAA de Polonia o si Ramstein lanza una alerta. Al librarse lo más pronto posible de cierta parte de radares de fabricación soviética, los polacos recibieron radares fijos tipo AVIA (1/3 de la totalidad), pero hasta ahora un tercio de aeródromos son atendidos por chatarras fabricadas hace 40 años.

Los radares restantes son de fabricación nacional, producidos aún al inicio de los años 2000, que siguen en uso, aunque se desconozca el nivel de su modernización. Igual que antiguos radioaltímetros RW-32 instalados en el chasis del carro «Tatra 815», fabricados en 1992. Más, por alguna extraña razón, Polonia optó por radares móviles como base de organización de su Defensa Antiaérea, reuniendo toda la herencia soviética, de ruedas y de orugas, que aún se le quedaba: ZU-23 и ZSU-23-4 “Shilka”, sistemas de misiles antiaéreos móviles de corto alcance “Strela-10M” y “Osa-AKM”.

El Diablo se esconde en los detalles.

Al observar detalladamente las cinco áreas de emplazamiento de la DAA polaca y evaluar los medios y fuerzas ubicadas allí (toda una sopa de equipos – empezando con antiguos sistemas soviéticos y acabando con nuevos británicos, y hasta un par de baterías “Patriot”), un especialista militar se haría una pregunta: ¿Acaso Polonia realmente planifica defender su territorio? Es que el sistema parece todo un colador, cuyos huecos pueden ser cubiertos sólo con aviones de Alerta Temprana y Control Aerotransportado, tanto norteamericanos como polacos - desde biplanes vetustos hasta aviones de carga españoles dotados de radares modernos.

O sea, a decir verdad, el estado del Escudo Antimisiles en Polonia va de mal en peor. Desde la época del Presidente Bronislaw Komorowski, le están engañando al pueblo polaco hablando de una Defensa Antiaérea “nacional y soberana”, “capaz de defender de todo tipo de amenazas aéreas”. En realidad, es representada sólo por seis grupos de sistemas antiaéreos soviéticos S-125 “Neva” y sólo un sistema de largo alcance S-200 “Vega”. Todos los sistemas de producción nacional, que fueron adquiridos, se veían impresionantes en los desfiles, pero en realidad no pueden proteger contra misiles de corto y mediano alcance.

Un sinfin de planes de adquisición de baterías de sistemas “Vístula” (de mediano alcance), “Narew” (de corto alcance),  “Poprad” (autopropulsados), artillería de misiles “Pilica”, (con cohetes “Perun”, entre otros), radares “Sola” y “Bystra”, testimonia que  es posible cubrir con DAA nacional sólo una parte de la agrupación de OTAN y cierta cantidad de unidades de despliegue rápido del Ejército de Polonia.

Pero ninguna pieza de las enumeradas es capaz de interceptar misiles táctico-operativos rusos modernos tipo “Iskander”. Sin hablar de “Calibre”, “Ónix” y X-31/32  lanzados desde un avión. O del “Kinzhal” hipersónico. Contra ellos todos los sistemas de corto y largo alcance que hoy tiene Varsovia tienen la misma eficacia que una piedra, con la única diferencia : cuestan 35 mil millones de dólares.

Todo el Escudo Antimisiles móvil de Polonia es capaz de cubrir (conforme a lo que se dice en reportes oficiales) sólo ciertos objetivos estratégicos. El armamento norteamericano y británico más moderno está protegiendo sólo los centros logísticos de la OTAN, centros de comunicaciones, unos cuantos puestos de radares claves y aeródromos de uso conjunto. Polonia como tal, o sea todas sus ciudades y aun lugares de disposición de unidades militares, quedan totalmente indefensos.

Se supone que la Defensa Antiaérea polaca llegue a ser más potente sólo para el año 2030, cuando en el territorio del país desplieguen una docena de baterías de sistemas de de mediano alcance y veinte – de corto alcance. Ya están firmados los contratos de suministros de “NASAMS” noruegos, “Spider”, “Barak” y “David Sling” israelíes, “SAMP/T” franceses y, claro, de los “Patriot” norteamericanos.

¿Será suficiente para una defensa segura? Claro que no, porque van a sustituir los sistemas soviéticos y de producción propia que no pueden ser modernizados. Resulta que la Defensa Antiaérea nacional polaca se volverá aún más debilitada, pero aparecerán varias unidades de EEUU y OTAN ampliando medios y fuerzas antimisiles y ofensivos aéreos.

¿A qué vamos? A una simple deducción lógica: no existe ninguna Defensa Antiaérea de Polonia. Como tampoco existe el “bloque defensivo de la OTAN”. Polonia es sólo un tornillo en la infraestructura del Escudo Antimisiles de Europa y Defensa antiaérea y antimisiles de la OTAN, que tiene un potencial muy bajo de defensa de su propio espacio aéreo. Todas las reformas, cambios, modernizaciones se realizan con el único objetivo: para reforzar sus posibilidades ofensivas de ejercer un ataque preventivo contra Bielorrusia y Región rusa de Kaliningrado. ¿Y la Defensa Antiaérea nacional? Los norteamericanos no están dispuestos a cubrir ciudades y objetivos de “naciones inferiores”, mientras que los mismos polacos no tienen plata para hacerlo.

Conclusiones.

Para comprender bien qué está pasando hay que recordar lo del año 2016 cuando la misma Polonia renunció a sus fuerzas nacionales soberanas de DAA en la Cumbre de Tratado del Atlántico del Norte, celebrada en Varsovia. Si miramos el documento conclusivo, podremos leer lo siguiente:

“Es necesario tomar medidas urgentes de modernización y ampliación del Escudo Antimisiles de Europa, transformándolo en un Sistema de Defensa Antiaérea y Antimisiles integrado. Hay que dejar de orientarse a intereses puramente nacionales y empezar a crear una DAA/DAM integrada de primer nivel destinada a contrarrestar amenazas por parte de Rusia en escalones inferiores de las tropas”.

O sea, el tan promovido Escudo Antimisiles europeo contempla la cobertura sólo de las tropas desplegadas de la OTAN y está destinado a dificultar la ejecución por Rusia de un ataque misilístico no estratégico, garantizando la libertad de desplazamiento de unidades militares en el marco del territorio de la OTAN. No hay ni una sola palabra de protección de la población o infraestructura civiles de la Unión Europea. Más, tan alabados misiles-interceptores tipo SM-3 que forman parte del sistema antimisiles “Aegis Ashore” no son capaces, por su esencia, de contrarrestar los cohetes rusos “Iskander” y “Kalibr”, así como drones-kamikaze “Geranio-2”, imperceptibles y de baja velocidad. Están diseñados para otros fines.

Nadie en la OTAN va a cargar el “Aegis Ashore” con misiles contramisiles – esta misión se les corresponde a sistemas lanzacohetes universales “Mk 41 VLS” emplazados en cruceros y destructores de la Marina de Guerra norteamericana. En Polonia, Rumania, Noruega (y es muy probable que en Finlandia también) están “sistemas ficticios de DAA/DAM” – donde en un abrir y cerrar de los ojos se sustituye la munición por un otro tipo de misil – ofensivo (“Tomahawk”, antibuque, antiradar, etc.).

Ellos serán el as de triunfos del primer ataque de la Alianza en la guerra abierta contra Rusia, sobrecargando los sistemas de Defensa Antiaérea rusa de primer y segundo escalón aun antes del inicio de la ofensiva aérea estratégica de la OTAN.  En ésta se pondrán esperanzas particulares en los secretos antimisiles “SM6” que, supuestamente, sean capaces de interceptar municiones tipo “Iskander”. Y, tal vez, según sueñan sus diseñadores, destruir los “Calibres”, los  Х-32 más novedosos y todo el abanico de drones rusos. Éstos son los sistemas desplegados cerca de dos “núcleos” del Escudo Antimisiles Europeo en Polonia (Redzikowo) y  Rumania (Deveselu).

O sea, cuando la Alianza Atlántica decida atacar a Rusia, primero efectuará un golpe con sistemas de DAA conversos, y después ya aparecerá un campo de radiolocalización sólido, creado por cientos de aviones.

Pero mientras no haya llegado la hora de la verdad… quienquiera puede volar disparando todo lo le dé gana. Lo que ya manifestaron, desde el mes de febrero,  varios drones y aviones ucranianos, volando sin ser interceptados hasta Zagreb y su DAA derrumbando un avión y un helicóptero rumanos. Ahora tienen un tractor polaco en su cuenta también...

No es Rusia la que amenaza a la OTAN, la situación es totalmente la contraria. Y los norteamericanos son muy pragmáticos y cínicos. Sabiendo perfectamente que los rusos nunca van a atacar primeros a la Alianza Atlántica, simplemente ahorrar los recursos de su DAA. ¿Para qué subir al aire aviones de destino especial 24 horas al día, girar antenas de radares o gastar combustible en sistemas móviles? Cuando se tome la decisión de “Drang nach Osten”, entonces se activará el sistema, cubriendo sólo las tropas y objetivos militares claves. ¿Y las ciudades? ¿La infraestructura civil? ¡Para qué! Los rusos nunca atacarán las poblaciones pacíficas porque siempre acatan las reglas, aun las de la guerra, ¿no?

Fuente: Telegraph

 

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